Wednesday, September 14, 2011

Al ritmo del Joropo, la mamona es más sabrosa

Tuesday, September 13, 2011

Rottenblock: La historia del Sugardaddy y la Rosadita (Segunda Parte)


Si buenas…

¿En dónde nos habíamos quedado?  Ah sí, ya me acordé: que la Frauleinz se quería ir de fiestica party, en busca de un chuzazo donde le pusieran cosas igualmente extremas a las del C.S.B. pero, inclusive, aún más sabrotzonas y guapachosas. Es así como comienza la segunda parte de la historia del Rottenblock, junto a mi pseudo-guía, la agente secreta Rosadita y su Porci-Ken (en este caso lo de porci hace referencia a un marrano, PorSi… Las dudas, no era un Ken realmente).

Seguíamos todavía en el Capitan Spaulding, pero las amistades se me estaban aburriendo del  mismo chispunchispunl del lugar (sin mencionar que, aunque no me lo hubiesen dicho, mi par de compinches estaban que se metían una rumba de esas que dice: Oye traicionera aunque yo me muera…).  Le comenté a mi guía que el trio dinámico (en particular esta servidora) tenía ganas de explorar el resto de los rincones secretos que sólo los más intrépidos se atreven a enfrentar. Para mi desgracia (o mi gracia, ¿quién sabe?) mi guía turístico estaba más adulterado que una botella de Chivas Regal de $10,000… Como diría alguna amistad de esas del Rottenblock: Si mamita quiere conocer, le va tocar ir solita, oyó. Ante esta nueva responsabilidad que me imponía la vida, asumí los pantalones de guía turístico, (ya que ni siquiera las amistades sabían dónde carajos estábamos en este momento) convoqué a rosadita y al Sugardaddy y no dejé que cundiera el pánico, mientras decidía que podíamos hacer.

Decidí que lo más prudente era ir a rescatar a mi ex-guía turístico, que a pesar de haber abandonado su puesto por incapacidad, seguía dispuesto a seguirme la cuerda. Al entrar lo encontré ahí… perdido ciegamente en las garras del alcohol…. y en los brazos del dueño del C.S.B… Vea, que problema para soltar a este hombre, oyé. Se despide más que circo pobre ¡No! Me tocó hacerle, lo que en mi tierra llaman lobby, (Aclaración: lobby no es una loba pequeña ni mucho menos) más conocido como antesala. Me demoré fácilmente 20 minutos para atrapar su atención y después como 15 más para que entendiera que [TODOS] nos íbamos para otro sitio. En esas el hombre le reiteró, de la manera menos masculina del mundo, su aprecio al dueño y le recordó que yours truly había venido de por allá lejos y que ¿Cómo NO ME IBA A DAR UN RECUERDO…? Mire, una cosa es que el hombre le hubiese insinuado eso, y otra muy diferente es que el tipo se empiece a bajar de sus vasos de colección… Mi reacción: Cara de WTF… No señor, como se le ocurre, ¡No, No y NO! Mientras yo expresaba mis deseos de no encartarme con ni mierda, mi guía me pateaba por debajo de la barra, prácticamente diciendome: No sea guevona y agárrelo. A lo cual yo le contesté: Dígame sumerced, ¿yo como para que quiero un vaso de esos si ya tengo una mano de  vasos (puede que no sean de colección) en la casa?  Y, a lo bien, yo que voy a hacer con esa vaina, ¿seguir caminando por Rottenblock enseñándole mi trofeo a toda la cuadra? Thank you, but no thanks.  

Al final, como para que todos quedáramos contentos, y yo no me fuera con las manos completamente vacías, me llevé una tarjetica que tenía una calavera y decía algo así como Roller Derby Girls (Si eres una chica fuerte y te gusta el deporte, ven a patinar con nosotras. Sabrá Mandrake exactamente de que se tratará la actividad); go figure... Cuando por fin, después de mucho esfuerzo pude sacar a mi ex-guía del bar (prácticamente del cuero de la jeta), fui y busqué a las amistades, quienes del desespero se volvieron a meter al bar a seguir dándole a las politas.  Pasé de ser la autoridad a la porrista del paseo, a ver si estos dos individuos se bajaban esa berraca cerveza. ¡No le digo! Que camello… Y eso que uno es la VIP.

20 minutos más tarde, cuando finalmente todos estábamos en la calle, pensé: ¿y ahora qué? Para que las amistades no sospecharan lo más mínimo que yo no tenía ni puta idea para dónde íbamos o que iba a ser de nuestras vidas en las próximas horas, me lavé las manos de la manera más sutil del universo. Les dije que el ex-guía nos quería llevar a el sitio en donde todos nuestros sueños se iban a hacer realidad (Yeah right… más bien tenuemente me limpié la boquita mientras se me escurría tronco ‘e bullshit). 


Exactamente mi punto. Gracias Señor Paul Valery :)


Para poder seguir en mi súper fachada, dejé que ellos se adelantaran (ya saben, por aquello del romanticismo del amor, etc...) mientras yo averiguaba como carajos se le prendía el piloto automático a mi amigo guía, el cual llevaba varios minutos esquivando huevos al caminar. Al final me tocó pilotearlo manualmente: agarrado de la parte de atrás de la chaqueta iba yo conduciendo a este man por toda la 1ra de mayo a eso de las 12:30 am (cosas que solo le pasan al chavo del ocho y a mí).

Caminamos como por 15 minutos hasta que a mi marioneta le dio por decir: Ah no, Por acá no es. Creo que nos pasamos… ¡VIRGEN DEL AGARRADERO, AGARRAME A MI PRIMERO! HUE@#$^%!!!!! ¿Cómo así que nos pasamos? Al hombre le dio por preguntarle a uno de esos comerciantes locales que siguen brindando servicios varios a esa hora, que donde quedaba el bar _____________ (inserte cualquier nombre ahí, porque hasta el sol de hoy no tengo ni idea donde terminamos). El hombre no tenía ni idea de que estábamos hablando, aparte la situación no era la más coherente de la vida. Nuevamente imagínese usted un man mechudo de aspecto tough, que no daba pie con bola, siendo guiado por una vieja de negro bastante coherente pero más perdida que un marrano en un acuario, seguidos por la pareja (la cual ilustré en la primera parte)… Pobre hombre, estaba bien desorientado.

Por ahí dicen que cuando se le va a dar se le guarda y, si uno se demora se le calienta, o sea, lo que es pa’ uno le llega, y es por eso que Mr. El Patas ya nos tenía emplanillados para llegar a un bar en un segundo piso, con unas escaleras que parecían recién enjabonadas (hubo intento de caída como 3 veces), y aparte de la lamparita del DJ, solo había una luz negra prendida en un sitio donde todas las paredes eran blancas. Este sitio parecía más bien como el lugar indicado para tener una congregación religiosa con refrigerio y no un sitio macabro poblado de metalero sureño. El antro este era bien grande, pero desafortunadamente éramos solo como 15 personas.


Hace como 2 días me di cuenta que el bar en el que estábamos se llama Paranoia (como es la vida, no le digo, todo nos llega tarde hasta la muerte…) y me imagino que se llamará así por aquello de que uno en esa borrachera esta paranoico por la posibilidad de irse de jeta por las escaleras, o simplemente teme que una momia (de esas macabras que solo se ven en Rottenblock) se esté escondiendo detrás de las columnas pa’ asustarlo mientras uno esta voleando mecha y odiando al mundo al ritmo de Belphegorito, o algo así por el estilo.
En Paranoia nunca se sabrá con certeza quien te observa fijamente....


Para resumir la historia, no llevábamos ni 3 minutos en el sitio este cuando de la nada apareció un petaco (lo que en mi tierra llaman un twentyfour plus four) de Club Clombolia. Y ahí si ¡¿Quién dijo yo!? Y empezamos con los parceros a entrarle en forma a la polaina, y a la Frauleinzz que le da el alboroto tropical sabrotzon que solo se calma apunta del amado Melechesh. Le pedí a DJ Jorge que me pusiera una de esta jugosa banda israelí, mientras voleaba mecha al ritmo de Brujerismo. Esta Frauleinz si estaba más contenta haciendo nuevas amistades y demás. 


En esas, yours truly, notó que había un tipo encapuchado extremadamente atractivo que dirigía su mirada fijamente hacía ella. Entre ese cruce de miradas empezó ese TUPATUPATUPATUPA característico de Melechesh y quien dijo Baile. Después de terminar tronco de rumba folk-metalera del medio oriente, el misterioso encapuchado se dirigió de la siguiente manera hacia yours truly:

            -¡Uy, pero Shakira se quedó cortica!- (LMFAO!)

Agradable comentario ya que lo único que podía esperarme en un sitio como éste es que cualquier metalero sureño, con alma radical, de los 15 que andaban ahí me sacara una cruceta y me dijera: ¿Va a respetar el metal, o cómo es la vuelta? Afortunadamente mi sutil danza no recibió sino cumplidos y más pola. Me senté con el misterioso encapuchado y con su amigo Andrés a tomarme mi cerveza y a hablar de la vida. Yo estaba anonadada ante la intimidante presencia del sexy encapuchado, hasta que JUAZZ, se bajó la capucha y quien dijo ¡Uy Gonorr@$%! Mis ojos fueron testigos de una violación ocular la cual obviamente no veía venir. Vea, quedé aniquilada y no precisamente porque mi encapuchado fuese un clon de George Clooney. Todo lo contrario. Let me illustrate: Para los amantes del cine clásico, este hombre era lo más parecido, nada más y nada menos, que al vampiro más viejo de todos los tiempos. Si usted es de las personas que se la pasa viendo Entrevista con el Vampiro, o el mismo Dracula (el remake con Gary Oldman, que aguanta un resto en la película) no crea que yo soy jodona, porque me imagino que ya pensara: Uy no, pero si no se conforma con Tomsito Cruise y/o con Bradsito Pitt, tiene es huevo con elefantitis… Desafortunadamente amigo lector, ojalá hubiese sido así. Ya no me aguanto más los rodeos. El man era el hermano gemelo del señor Don Conde Orlok. Si no le suena ese nombre ¿Será que NOSFERATU si?  Listo, ya lo dije. Ahora póngase en mis zapatos…


Venga Mamita, Chaquirita... 


Como soy un ser decente, no corté la conversación y decidí arriesgar mi vida y tener un paro cardiaco, antes de ser una grosera y huir como alma que lleva el mismísimo (y como el mismísimo estaba presente en la rumba, lo más probable es que él mismo me hubiese traído de vuelta a la silla en la cual me encontraba). Hablamos un poco más y me retiré muy sutilmente con la excusa de que tenía que llamar a averiguar dónde rábanos estaba mi celular (¡Ah! Detalle menor: boté el celular ese día). Le pedí el blaberri prestado al Sugardaddy y me dirigí hacia afuera del bar (arriesgué mi vida una vez más bajando las escaleras), encendí un cigarrillo y llamé a mi celular a ver que. En resumidas cuentas un malp!#%^$ me mamo gallo como por 10 minutos y obviamente, como suele pasar solo en el País del Sagrado Corazón de Jesús, no me lo devolvieron. Entre esas se me acercó un indigente el cual me pidió que le regalara un cigarro. Ya que mi dolor de pérdida era mayor, le dije: Vea, no tengo, pero acá compartimos. Todo bien… (Que dirán mis pupi amistades; la verdad, poco me importa. Puedo decir que fumé puro con un reciclador capitalino en mero Rottenblock).

Volví a subir con la intención de ahogar todas mis penas. Re-fock, ¿Por qué todo me pasa a mí? Bueno, sin mayor ánimo, me dirigía hacia el baño cuando otro personaje de esos que solo se ven en Rottenblock se cruzó en mi camino. Este sujeto era lo más parecido a un conductor de buseta capitalino, de esos que miden como metro y piquito, con chaqueta de cuero café, esqueleto blanco, pelo en pecho, camándula de oro y si mal no recuerdo, diente de oro para hacerle juego al escapulario.  Con este individuo tuvimos la siguiente conversación:


Hombre: Oye disculpaz, ¿Dónde conseguistez esa camiseta? (haciendo referencia a mi camisetica de Dying Fetus, que esta una re-chimba BTW)
            Frauleinz: En Canadá
            Hombre: ¿Te la trajeronz de por allá?
            Frauleinz: No, yo vivo allá.
            Hombre: ¡Uy que elegante! Si es que de esas tan bacanas no se venz por acá.
            Frauleinz: -Señala con la cabeza que obvio…-

Ahi se los presento, para que no queden dudas.

Me gané otro BFF que me compró otra pola (ya perdí la cuenta de cuantas fueron). Estábamos de lo más ameno cuando ya las amistades rock-and-rolleras (o sea, Rosadita y Sugardaddy) se retiraron.  Si mal no recuerdo, en el petaco quedaban como 6 cervezas pero mágicamente se evaporaron, con todo y embace… Bueno, ¿a mí qué? Al fin y al cabo, las nuevas amistades se habían encargado de yours truly toda la noche. Eso sí es ser mero VIP. El final de la noche se aproximaba, así que recogí mis coroticos y me dirigí hacia afuera en donde agarré un taxi que me llevó sana y salva a mi hogar, después de una de las mejores noches de mi vida, la cual nunca olvidaré y no hubiese podido pasar sin la colaboración de todos los personajes mencionados en la parte I y II. Pido repitis ¡Carajo!


El Parche Metalero del Rottenblock BFFs! <3


Y como dice la canción: Ay que orgulloso me siento de ser un buen clomboliano! 

Fraulein Andrea MMXI

   

Monday, September 12, 2011

Cosas que solo pasan en el país del sagrado corazón de Jesús - Superman

Mire a quien nos encontramos en la iglesia del Sagrado corazón de Jesús - cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Definitivamente, como decía antes, ninguna situación es lo suficientemente imposible/absurda para Clombolia. Será que si voy a la iglesia del perpetuo socorro me encuentro a Batman? Y por qué no?